Bienvenidos a nuestra guía sobre los diferentes tipos de esquís. Aquí podrás ver cómo elegir el par perfecto según tu estilo y terreno favorito, la importancia del ancho del patín y los beneficios y contras de cada opción. Desde las emociones de la pista hasta la libertad de la montaña, para que puedas escoger lo que mejor se adapte a tus gustos y aptitudes como esquiador. Acompáñanos mientras exploramos las distintas categorías y descubrimos tu par ideal.
Podríamos dividir los esquíes en los siguientes grupos: esquís de pista, los all mountain, de freestyle y de freeride.
Esquís de Pista
Los esquís de pista están diseñados, como su nombre lo indica, para estar dentro del terreno preparado por las máquinas. Dentro de ellos existen los tipos y características:
Slalom corto
Son esquíes con un radio de giro menor a 13mts y su patín mide generalmente entre unos 62-75 mm. Una de las prestaciones más valoradas es su rápida conducción y entrada a los giros, aunque como contra tiene que puede ser un poco inestable su sensación a altas velocidades. No es un esquí recomendable para ir fuera de pista debido a sus dimesiones.
Esquís polivalentes
Un esquí con un radio de giro medio 13-16mts, están pensados para desarrollar cómodos giros por las pistas y poder coger un poco más de velocidad. Que sea divertido y sencillo es lo que más se busca en este estilo de esquís. Su patín suele medir entre 70-80mm aproximadamente. Son muy versátiles y, como oposición, no son específicos para ningún tipo de disciplina. Famosos para hacer “un poco de todo”.
Slalom gigante
Como su nombre indica, están diseñados para hacer giros más amplios, mayores a 17mts, con una dureza suficiente para poder coger altas velocidades sin perder la estabilidad. Suelen tener patines entre 70-80mm pero en su estructura están diseñados con mayor altura. Por su contra, son esquíes menos ágiles y tienen menor rendimiento en giros cerrados.
Racing o carrera
Aunque un poco más específico, dentro de los pisteros también encontramos los esquís de racing o de carrera. Estos son esquís con composiciones y estructuras mucho más desarrolladas para poder soportar altas fuerzas en la torción del esquí. Pueden ir a velocidades muy altas con mucha presición en pistas preparadas, con anchos de patín entre 62-75mm. Su contra es que son tan específicos que se adaptan poco a terrenos más irregulares y pueden ser bastante incómodos en condiciones distintas para las que fueron diseñados.
Saliendo de los esquís específicos de pista, encontramos los siguientes estilos:
Los All Mountain
Son esquíes pensados para hacer un poco de todo por el centro de ski. Te gusta ir por la pista, pero de a momentos también encuentras atractivo salirte un poco, morder un poco de fuera de pista y divertirte en diversas condiciones. Suelen ser esquíes con patín entre 85-98mm. Son esquíes cómodos en terrenos irregulares. Pero así como abarca mucho, tampoco son poco específicos para ir por pista con su agilidad ya mencionada, ni tampoco para están diseñado para hacer un fuera de pista extremo y ser super cómo- dos en el powder.
Esquís Freestyle
Este estilo es bastante específico ya que están diseñados para tener agilidad y suelen estar pensados para hacer gran variedad de trucos, entrar al parque a dar giros y coger un poco de vuelo. Pueden variar sus patines según como esté pensado el esquí, pero como norma general pueden rondar los 80-100mm. Un rasgo bastante conocido es el de las “twin-tips”, para poder conducirlos cómodamente esquiando hacia atrás. Su contra puede ser que son menos estables a altas velocidades y menos adecuados para esquiadores centrados en pistas. Tampoco son tan anchos como para conducirse cómodamente por el fuera de pista.
Esquís de Freeride
Este estilo de esquí está diseñado para los amantes del back-country. Aquellos que aman salirse del espacio delimitado por el centro de ski y echarse un buen rato por el fuera de pista. En el powder (o nieve onda) encuentran su mejor performance. Su patín pueden medir desde 98mm en adelante, según modelos y marcas, pueden alcanzar patines hasta de 120mm. La razón, como ya mencionamos, es la flotabilidad y la estabilidad en terrenos irregulares. También suelen ser esquís flexibles para dar mayor margen a la estabilidad y control. No están preparados para estar dentro de la pista ya que sus prestaciones no están pensadas para el carving.
En conclusión, nuestro primer consejo sería pensar que tipo de esquí nos gusta hacer y cual es la fase que más disfrutamos en este deporte. Luego, que terreno nos resulta más cómodo y atractivo a la hora de bajar la montaña. Si somos amantes de la pista, si empujamos un poco más los límites de la velocidad y disfrutamos el carving con giros un poco más radicales, o si buscamos algo más extremo como salirnos hacia la nieve onda y deslizarnos libremente por los fuera de pista.
Con esta simple guía podrás adentrarte un poco más, tanto en los estilos de esquí, como en los terrenos que más disfrutas descender ¡Para luego elegir con mayor precisión tu par de esquís!